En el estudio, se destacan algunos aspectos positivos: algunos aceleradores que permiten que más mujeres se incorporen y permanezcan en la Alta Dirección son contar con una cultura corporativa incluyente que integre indicadores de diversidad, equidad e inclusión (51%), el apoyo del liderazgo de la organización para integrar la vida personal y profesional (44%), y los planes de carrera y sucesión definidos para posiciones clave (36%).
En siete de cada diez organizaciones existen estándares de igualdad de género que promueven la equidad salarial y la igualdad de oportunidades; sin embargo, las directivas aún enfrentan retos que impiden su desarrollo, tales como lograr un balance entre vida personal y profesional (56%) y la falta de una cultura laboral incluyente e igualitaria en cuanto a oportunidades (44%).