La necesidad de involucrar a las niñas y mujeres en las TIC

Como representante y líder de la comunidad de Mujeres en Ciencia y Tecnología de Cisco Latinoamérica, Directora de Girls In Tech Mexico y miembro del Subcomité de Niñas y Mujeres en Tecnología de AMITI WIT (Women In Technology), participé el pasado 23 de Abril de 2020 en la celebración del Día Internacional de las niñas en las TIC, organizada por ideaTIC, AMITI, CANIETI, la OCDE y el Gobierno Federal. Estuve en el panel virtual de “Educación y Trabajo TIC, un desafío para la Equidad”, para recordar que las tecnologías de la información y las comunicaciones son una herramienta que hoy en día nos abre un mundo de posibilidades hacia un futuro más inclusivo, diverso y sostenible.

La brecha de género está presente desde que nacemos, pero definitivamente la educación, tanto en casa como en las instituciones educativas, juega un papel crucial en este tema. Las diferencias de género en la participación en los estudios TIC o STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) en detrimento de las niñas ya se pueden apreciar en los cuidados y la atención y educación de la primera infancia (AEPI), y se vuelve más visible en niveles educacionales más altos. Pareciera que a medida que crecen, las niñas pierden el interés en las materias STEM y se pueden apreciar menores niveles de participación en los últimos años de educación secundaria. De acuerdo con los estudios de la UNESCO, al llegar a la educación superior, las mujeres representan solo el 35% de los estudiantes matriculados en los estudios de las áreas relacionadas con STEM, con el menor número de mujeres inscritas en áreas relacionadas con la información, las comunicaciones y la tecnología, la ingeniería, la manufactura, la construcción, las ciencias naturales, las matemáticas y la estadística. Las mujeres abandonan las disciplinas STEM en números desproporcionados durante sus estudios superiores, en su transición al mundo laboral e incluso durante su formación superior.

Las niñas y las mujeres son clave para crear soluciones para mejorar vidas y generar crecimiento inclusivo que beneficie a todos y todas bajo el nuevo paradigma de desarrollo sostenible (Agenda 2030). Ellas constituyen la población con mayor talento desaprovechado para convertirse en la nueva generación de profesionales STEM, por lo que debemos invertir para sacar a la luz ese talento.

Necesitamos comprender y apuntar a los obstáculos específicos que mantienen a las estudiantes de sexo femenino ajenas a las disciplinas STEM. Necesitamos estimular su interés desde los primeros años, para combatir estereotipos, capacitar a los profesores a alentar a las niñas a elegir carreras STEM, desarrollar planes de estudio que sean sensibles al género, orientarlas y cambiar ideas preconcebidas, ya que una de las grandes preocupaciones no es solo el limitado número de niñas que van a la escuela, sino también las sendas educacionales limitadas para las que asisten a ella. Los sistemas educativos y las escuelas juegan un rol central en determinar el interés de las niñas en las materias STEM y en proporcionar igualdad de oportunidades para acceder y beneficiarse de la educación STEM de calidad.

Los profesores, los contenidos, los materiales y el equipamiento, los métodos de evaluación y las herramientas, el entorno educacional en general y el proceso de socialización en la escuela; todos ellos son cruciales para asegurar el interés y el compromiso de las niñas con los estudios y finalmente, con las carreras STEM. La calidad de la docencia y la especialización en las disciplinas STEM son esenciales para la educación de calidad en esta área. Al parecer, el género de los profesores STEM también hace la diferencia. Las profesoras STEM tienen una influencia positiva en el rendimiento de las niñas y en su interés en seguir estudios superiores y carreras STEM. Las niñas también parecieran rendir mejor cuando las estrategias docentes toman en consideración sus necesidades de aprendizaje y cuando las profesoras tienen altas expectativas de ellas en estas materias y las tratan sin hacer distinciones. En contraste, la experiencia de aprendizaje de las niñas en STEM se ve comprometida cuando los profesores tienen puntos de vista estereotipados acerca de las capacidades con base en el género o tratan en forma diferente a niños y niñas en la sala de clases.

Los estudios sugieren que las desventajas de las niñas en estas disciplinas son el resultado de la interacción de un rango de factores insertos en los procesos de socialización y de aprendizaje. Estos incluyen las normas sociales, culturales y de género, que influyen en la forma en que las niñas y los niños son criados, aprenden e interactúan con sus padres, su familia, sus amigos, sus profesores y la comunidad y que conforman su identidad, sus creencias, su conducta y sus elecciones.

A menudo se cría a las niñas con la idea de que las disciplinas STEM son temas “masculinos” y que las aptitudes femeninas en estos campos son innatamente inferiores a las de los varones. Esto puede minar la confianza, el interés y el deseo de las niñas de comprometerse en el estudio de dichas materias. Uno de los principales desafíos para las mujeres en México es lograr ser ellas mismas en un mundo con fuertes carencias en temas de equidad e inclusión y lleno de estereotipos.

Sabemos que, en 2018, México avanzó 31 posiciones en el ranking del reporte que mide la Desigualdad de Género Global del Foro Económico Mundial y ahora ocupa el lugar 50, un dato optimista pues muestra de que estamos caminando en el sentido correcto, aunque también que todavía hay mucho por recorrer. Los últimos 15 años han sido cruciales para las mujeres en la industria tecnológica a nivel mundial y hemos aprendido que impulsar a las niñas a estudiar carreras en STEM, dar mayor visibilidad a liderazgos femeninos y mentorías una vez que se incorporan al mundo laboral, son algunas de las acciones que facilitan este balance de género y todas son aplicables en México.

Tengo la certeza de que el éxito de los países se encuentra en una fuerza laboral diversa, inclusiva, dinámica, motivada y bien educada, equipada con habilidades STEM. La equidad de género no solo implica beneficios para las mujeres y para la sociedad, sino también para la economía. De acuerdo con el Banco de Desarrollo de América Latina, se calcula que, si las mujeres tuvieran el mismo nivel de empleo y emprendedurismo que los hombres, el PIB de la región podría subir un 14%.

En definitiva, el futuro no sólo es digital: es diverso. Además, hoy en día la base de la economía global se encuentra en la innovación, o lo que conocemos como transformación digital. La implementación de la inteligencia artificial, el machine learning y la analítica de datos en los procesos de organizaciones públicas y privadas demandan un cambio en el tipo de trabajo que se requiere. Se necesitan más personas que puedan imaginar las posibilidades para después planear y llevar a cabo todo lo necesario para hacerlas realidad. Esto significa equipos más diversos, multidisciplinarios y nuevos estilos de liderazgo.

La tecnología y la innovación hoy en día nos abren un mundo de posibilidades para conectar problemas globales con soluciones y el desarrollo de habilidades digitales bajo el contexto de la cuarta revolución industrial requiere de una visión novedosa que priorice la inclusión y promueva el desarrollo de nuevos modelos, métodos y programas de capacitación y formación.

Es importante considerar que las habilidades digitales no son estáticas, en cambio, son un proceso dinámico, en el que éstas se reformulan periódicamente para responder a las necesidades de inclusión de la sociedad, con énfasis en las necesidades del mercado, es decir, las habilidades que serán requeridas por los empleadores de México y del mundo.

Específicamente, en México, debemos poner un énfasis en las habilidades funcionales y de alfabetización digital para reducir la brecha de inclusión digital. También, es muy importante tomar en cuenta que la rápida automatización de procesos demanda desarrollar individuos altamente resilientes en entornos VUCA (volátiles, inciertos, complejos y ambiguos), acorde a la dinámica de la Cuarta Revolución Industrial. Por tal motivo, las habilidades complementarias deben adquirirse de forma paralela como: el desarrollo de pensamiento crítico, creatividad, innovación, flexibilidad, adaptabilidad, conciencia de sí mismo y capacidad de relacionarse.

El constante cambio en las tendencias tecnológicas requiere que el Marco de Habilidades Digitales del Siglo 21 no se base en la tecnología como tal, sino en la capacidad de las personas para adquirir nuevas habilidades y conocimientos. Y el desarrollo de estas es un esfuerzo que requiere de la participación de gobierno, industria, academia y sociedad civil organizada, con el objeto de analizar e identificar las necesidades prioritarias que contribuyan a acortar la brecha digital y promuevan el desarrollo tecnológico de México.

Desde Cisco, Girls in Tech y AMITI WIT invitamos a las niñas y mujeres a que exploren su pasión por la tecnología, a través de propuestas divertidas, para que algún día se conviertan en emprendedoras que utilizan la tecnología y la innovación para solucionar problemas globales, ya que en una era en la que las habilidades humanas son cada vez más importantes, el mundo no puede darse el lujo de privarse del talento de las mujeres.

Nohemí Ferrer es líder de la comunidad de Mujeres en Ciencia y Tecnología de Cisco Latinoamérica, Co-directora de Girls In Tech Mexico y miembro del Subcomité de Niñas y Mujeres en Tecnología de AMITI WIT (Women In Technology).

Fotografía: creado por freepik – www.freepik.es

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