Modelos híbridos, el centauro de las buenas prácticas

Por Ismael Betancourt
(Especialista en Procesos de TI en entornos híbridos)

En la mitología griega, el centauro, ser poderoso con cuerpo y patas de caballo, y con torso, brazos y cabeza de hombre, lidiaba entre dos mundos, entre los bajos instintos de un mundo turbulento y el choque de un mundo civilizado. Hoy en día, las organizaciones se encuentran también en ese dilema, en la conflagración del mundo de los negocios cada vez más turbulento en un entorno VUCA[1], y la necesidad de mantener prácticas estandarizadas que les permitan continuar operando de una manera eficiente, pero, sobre todo, generando entrega de valor a su razón de existencia: sus clientes.

Uno de los paradigmas que ha permanecido durante mucho tiempo es que el valor de un modelo, marco, metodología o mejor práctica, radica en la aplicación de su configuración de forma pura y sin aristas. Sin embargo, desde el boom que significaron los modelos ágiles, esta percepción y sobre todo aplicación, ha ido cambiando de forma gradual. El llamado entorno turbulento de los negocios, ha empujado a que muchas organizaciones busquen el impulso de la innovación y la adopción de modelos adaptables, pues en general, se ha permeado el instinto de supervivencia a través de la adopción de modelos operacionales estandarizados, pero ágiles.

Las estrategias que han tomado las organizaciones para buscar mantenerse dentro del entorno complejo, han sido diversas, pero en su mayoría están orientadas a una estrategia basada en modelos, procesos y mejores prácticas, que buscan cerrar la brecha entre los niveles estratégicos y tácticos de una organización.  Es aquí cuando los modelos híbridos cobran relevancia, pues en un entorno volátil “las organizaciones deben adaptarse para prosperar en un mundo de transformación digital”[2].

En el reporte anual de agilidad, (13th Annual State Of Agile Report[3]), publicado en mayo de este año por CollabNet VersionOne, aparece una cifra que confirma que los modelos híbridos están siendo adaptados para las organizaciones. En dicho reporte, aparece que de las organizaciones que están adoptando modelos ágiles, el 32%[4] lo está haciendo de manera híbrida. En perspectiva, si comparamos el crecimiento de esta cifra con el primer reporte anual del estado de agilidad publicado en 2007, se observa un crecimiento considerable, pues en dicho estado la hibridación de los modelos ágiles era únicamente del 14%[5], es decir, el centauro de las buenas prácticas y modelos, goza de una rozagante salud.

La brecha entre las prácticas y modelos metodológicos se está acortando, y para ello, basta observar que organismos como el PMIÒ, Axelos e ISACA, están adoptando modelos de agilidad para reforzar su entrega de valor. Derivado de ello, hoy tenemos PMI-ACP®, ITIL 4®, y CMMI v2®, por mencionar algunos,  que incluyen prácticas o modelos de agilidad dentro de sus marcos.

El crecimiento de la hibridación con estos y otros modelos de procesos está cobrando relevancia en las organizaciones, y cada vez más organismos están convencidos que sumar esfuerzos para co-crear entregas de valor tempranas, se vuelve imperante en este mundo vertiginoso y cambiante. Es por ello que en PRAXIS, buscando un diferenciador que entregue valor a sus socios de negocio, lanzó en mayo de este año un modelo de operación de procesos híbrido denominado el PRAXIS Agile Framework. Este marco busca resolver las necesidades de las organizaciones en términos de procesos y mejores prácticas, de una manera adaptable, gestionable y sobre todo, posible. El PAF[6] pone al alcance de las organizaciones, estándares, modelos y mejores prácticas de una manera híbrida pero ordenada, tomando en cuenta los marcos de gobierno, procesos, oficinas de proyectos, seguridad, pruebas, inteligencia artificial, entrega de servicios y normas internacionales, con un modelo de entrega continua y ágil. Este modelo le ofrece a nuestros socios comerciales, un extracto de lo mejor de las prácticas top de procesos de tecnologías de la información. Con  4 estados, Agile Model, Agile Quality Assurance, Scaled Model y Custom Enterprise Model, el PAF contra lo mejor de los principales marcos, focalizándose en la necesidad de nuestros clientes, y no necesariamente en una estructura rígida de operación del modelo, con ello la entrega de valor ágil se vuelve robusta, adaptable,  centrada en las necesidades cambiantes del entorno, y sobre todo, en un modelo de crecimiento escalable sostenido y medible en el tiempo.

Figura 1. Praxis Agile Framework.

Elaboración propia. Betancourt, I. (2019).

Los modelos híbridos irán en crecimiento, pues el propio entorno exige una adaptación; tener un socio comercial que le ayude a alcanzar sus entregas de valor y sea capaz de proporcionar esquemas probados y adaptables se volverá una pieza fundamental en el diseño de su estrategia basada en la gestión y optimización de sus procesos de TI de una forma medible y mejorable en el tiempo.

[1] VUCA que por sus siglas en inglés (volatility uncertainty complexity and ambiguity) significa volátil, incierto, complejo y ambiguo.

[2] Marty Resnick . (2019). Continuous Foresight because the Future is not Linear. 29-agosto-2019, de Gartner Sitio web: https://blogs.gartner.com/marty-resnick/continuous-foresight-future-not-linear

[3]  (2019). 13th Annual State Of Agile Report. 29-agosto-2019, de CollabNet VersionOne Sitio web: https://www.stateofagile.com/#ufh-i-521251909-13th-annual-state-of-agile-report/473508

[4] Suma de los tres modelos híbridos en el reporte: 8% Scrumban, 10% Scrum/XP Hybrid, 14% Other Hybrid/Multiple

[5]  (2019). 13th Annual State Of Agile Report. 29-agosto-2019, de CollabNet VersionOne Sitio web: https://www.stateofagile.com/#ufh-i-338592888-1st-annual-state-of-agile-report/473508

[6] PAF, acrónimo del Praxis Agile Framework

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